Un ejemplar de vicuña en un zoológico
La vicuña (Vicugna vicugna), —del quechua wik'uña—
es una especie demamífero artiodáctilo de
la familia de
los camélidos y
del grupo de los camélidos sudamericanos que
vive en el altiplano andino, en el noroeste de
la Argentina,
el oeste de Bolivia,
el noreste de Chile,
sectores de los Andes de Ecuador,
y en las alturas andinas del Perú,
país que posee la principal población de la especie.
La alpaca es
una especie domesticada que deriva de la vicuña, con aportes genéticos menores
de llama.
Organización
social de las vicuñas.
Las
vicuñas son territoriales y su organización social se basa en grupos familiares
y grupos de animales solteros cuya distribución es muy variable siendo comunes
las fusiones y fisiones de los mismos. El número medio de animales por grupo
familiar es de un macho, tres a cuatro hembras y dos crías. La cantidad de
vicuñas en las familias es muy similar en distintas poblaciones, inclusive en
distintos países. Los machos defienden su territorio con peleas.
Al igual
que los guanacos, la organización social de las vicuñas está basada en grupos
familiares y tropas de solteros, pero a diferencia de aquellos, las vicuñas son
más sedentarias, su organización es más rígida y se mantiene todo el año.
Los
grupos familiares están formados por un macho, tres o cuatro hembras y, más o
menos dos crías. Estas familias ocupan territorios bastante fijos donde tienen
revolcaderos en los que empolvan su particular fibra generando así un colchón
de aire que la vuelve más aislante y evitando el afieltramiento
(apelmazamiento) de la fibra.
En los
límites de los territorios que ocupa cada familia hay varios bosteaderos
(acumulación de heces de vicuña), que sumados a la presencia de un macho
territorial son una señal que aleja a los intrusos. Estas señales tienen
distinto significado si se dan juntas (macho + bosteadero) que si aparecen
separadas, veamos:
·
Si un macho soltero ve un
bosteadero solo, se acerca lo huele: no hay machos por ahí.
· Si hay un macho pero no hay un
bosteadero en la zona, significa que éste no es su territorio.
·
Pero, si hay un macho y un
bosteadero juntos, los otros machos huyen.
La
defensa de las hembras y del territorio por parte de los machos se da tanto
individualmente manteniéndose alertas y patrullando su territorio, o a través
de comportamientos agresivos directos con peleas. Los bosteaderos son también
una señal para la reproducción.
A través
de ellos los machos reconocen si en su territorio hay hembras encelo (receptivas
para copular), ya que el orín de estas hembras tiene un olor muy particular. En
estos casos, luego de oler el bosteadero, los machos desarrollan un
comportamiento que, a ojos humanos, resulta muy gracioso: dirigen la cabeza
hacia arriba, y abren y cierran la boca varias veces. Esta conducta se denomina
en inglés Reflejo de Flehmen, por el
cual envían lasferomonas al órgano de Jacobson.
Las
hembras de vicuña que viven en los territorios familiares se la pasan comiendo
la mayor parte del tiempo. Las madres quedan preñadas nuevamente la semana del
parto, entonces mantienen dos crías simultáneamente ya que por un lado tienen
una cría gestándose en sus panzas durante 11 meses y por el otro, la ya nacida,
continúa amamantándose durante casi 8 meses.
Estas hembras
están todo el tiempo transformando la energía del pasto en leche para las crías
ya nacidas en alimento y nutrientes, para las que están en gestación y para su
propio mantenimiento y actividad.
Protección de las vicuñas
Los
pobladores de la Puna aseguran que las vicuñas tienen dueño: ellas son el
ganado de la Pachamama, la madre tierra, y tienen su propio
pastor, Coquena. La fibra (lana)
de la vicuña fue valorada desde tiempos preincaicos.
Las prácticas indígenas tenían cierto límite en su uso basadas sobre todo en
sus limitados medios de caza. La caza se intensificó a partir de la
introducción de las armas de fuego por los conquistadores. Antes su población
pudo ser de hasta de 3 millones de cabezas pero tras siglos de caza cayó
dramáticamente.«Untitled Document». Esta caza indiscriminada
siguió intensificándose desde la época de las luchas por la Independencia y Simón Bolívar dictó
una de las primeras leyes conservacionistas de América. Desde la independencia
hasta aproximadamente 1950 se siguió cazando vicuñas sin límite ni control
hasta que la especie estuvo en real peligro de extinción y
sólo quedaron 10.000 ejemplares en toda la puna de los cuatro países en donde
viven.
Con las
vicuñas en peligro de extinción, en el Perú se empezó a trabajar seriamente
para su recuperación y conservación. Se crearon leyes nacionales, provinciales
e internacionales.
Existen
en el mundo instituciones dedicadas a la conservación del ambiente, como por
ejemplo, Unesco (Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura) y PNUMA (Programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente).
Entre las
organizaciones privadas, la más importante a nivel internacional es la UICN
(Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). La UICN es
la encargada de escribir los famosos “libros rojos” donde figuran las especies
en peligro de extinción. En ellos las especies se encuentran clasificadas en
categorías como: “raras”, “en extinción”, “vulnerables”, “sin peligro”, etc.,
según su mayor o menor grado de riesgo.
En el
último Libro Rojo, las
vicuñas quedaron clasificadas como de bajo riesgo pero dependientes de la
conservación. Esto es lo que significa la sigla LRcd (del inglés: Lower Risk: conservation dependent).
Es decir que la vicuña no corre riesgo gracias a que está protegida. Si esta
protección cesara, el grupo pasaría a estar en una categoría de peligro de
extinción antes de los cinco años.
La amplia
información disponible actualmente sobre el peligro de extinción de muchas
especies hace evidente la necesidad de protegerlas y controlar el comercio
internacional de aquellas especies amenazadas. Para ello existe el CITES (Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres),
que es un acuerdo internacional concertado entre aproximadamente 150 países, el
cual tiene por finalidad clasificar a las especies en apéndices de manera tal
que el comercio internacional de animales y plantas silvestres no constituya
una amenaza para las mismas.
Otra
organización sumamente importante es la red TRAFFIC (Trade
Records Analysis of Flora & Fauna in Comerce), que es un organismo que,
manejando información sobre el tráfico de animales y su clasificación de CITES,
realiza operativos en las aduanas, entrena a empleados de las mismas, y
“decomisa” animales o sub productos que se están tratando de contrabandear para
ser vendidos en otros países.
Convenio para la conservación y manejo de la vicuña (extracto) [editar]
Los
Gobiernos de las repúblicas de Bolivia, Chile, Ecuador y Perú,
animados del propósito de continuar fomentando la conservación y el manejo de
la vicuña y en consideración a la experiencia recogida en la ejecución del
Convenio para la Conservación de la Vicuña suscrito en La Paz el
16 de agosto de 1969, resuelven celebrar un nuevo Convenio para la Conservación
y Manejo de la Vicuña en los siguientes términos:
1.
Los gobiernos signatarios
convienen en que la conservación de la vicuña constituye una alternativa de
producción económica en beneficio del poblador andino y se comprometen a su
aprovechamiento gradual bajo estricto control del Estado, aplicando las
técnicas para el manejo de la fauna silvestre que determinen sus organismos oficiales
competentes.
2.
Los gobiernos signatarios
prohíben la caza y la comercialización ilegales de la vicuña, sus productos y
derivados en el territorio de su respectivos países.
3.
Los gobiernos signatarios
prohíben la comercialización interna y externa de la vicuña, sus productos al
estado natural y las manufacturas de éstos hasta el 31 de diciembre de 1989. Si
alguna de las partes alcanzara un nivel de poblaciones de vicuña cuyo manejo
permitiere la producción de carne, vísceras y huesos, así como la transformación
de cueros y fibras de telas, podrá comercializarlos bajo estricto control del
Estado. La comercialización de cueros transformados y de telas se hará
utilizando marcas y tramas internacionales reconocibles, registradas o
patentadas, previa coordinación con las partes a través de la Comisión Técnico
Administradora del presente Convenio y en coordinación con la Convención sobre
el Comercio Internacional de Especies Amenazadas en Flora y Fauna Silvestres
(Washington, 1973).
4.
Los gobiernos signatarios prohíben
la exportación de vicuñas fértiles, semen u otro material de reproducción, con
excepción de aquellas destinadas a alguno de los países miembros para fines de
investigación o redoblamiento.
5.
Los gobiernos signatarios se
comprometen a mantener y desarrollar los parques y reservas nacionales y otras
áreas protegidas con poblaciones de vicuñas y a ampliar las áreas de
repoblamiento bajo manejo en su forma silvestre prioritariamente y siempre bajo
control del Estado
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